CALDO CLARO DE GALLINA
Por su importancia en la cocina, vamos a abrir un apartado de caldos, empezando por el de gallina, pollo o ave.
Los caldos pueden ser claros u oscuros. Algunos chefs no admiten el caldo claro ya que solo admiten el oscuro.
La diferencia es muy sencilla. En el caldo oscuro primero se fríe toda la carne, solo sellarla y posteriormente la verdura, luego se añade el agua.
El caldo claro que nos ocupa es al revés, vamos a ello.
INGREDIENTES:
- Cinco litros de agua mineral.
- Un kilo de carne de ave (Muslo y contramuslo de gallina y dos carcasas de pollo).
- Un hueso de jamón.
- Dos cebollas medianas.
- Un tomate maduro.
- Un puerro.
- Dos ramitas de apio.
- Cinco hojas de laurel.
- Cinco dientes de ajo.
- Aceite puro de oliva extra.
- Sal yodada.
- Unas ramitas de perejil.
ELABORACIÓN:
En una olla grande echamos los cinco litros de agua y vamos añadiendo toda la carne y verduras bien lavadas.
Lo tendremos, mínimo dos horas y media a fuego lento a partir de su ebullición.
Al principio iremos espolvoreando la espuma que se forma en la parte superior de la cocción.
Una vez limpior sigue la cocción a fuego lento.
A las dos horas y media, nos quedará un caldo sabroso, como parece en la foto inferior.
Retiramos la carne y las verduras y ya lo tenemos listo para usar en la cocina en infinidad de platos.
SUGERENCIAS:
Hemos realizado cinco litros con el fin de guardar congelado para posteriores usos.
Si lo queremos libre de toda grasa, cuando lo descongelemos tiremos a la basura la costra superior de grasa que se habrá formado y tendremos un caldo libre de toda grasa.
Con la carne se pueden realizar infinidad de recetas. Por ejemplo os recomendamos la de albóndigas de pollo y jamón de este mismo blog.
Y con la verdura se puede trocear y hacer una sopa de verduras.
Receta para hacer un fondo de nevera.
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